Las cosas pueden volverse un poco caóticas durante el proceso de planificación de bodas, tú y tu pareja podrían empezar a enloquecer mutuamente… ¡es inevitable!. Antes de que comiences a perder el sueño, formándote ideas y preguntándote si todo vale la pena, déjanos decirte que ¡sí!, te estás casando con el amor de tu vida.
Puedes ser tú mismo a su lado.
Claro cuando estaban saliendo las cosas eran diferentes, ahora te encuentras realmente emocionada/o de ver el fútbol en su casa porque pasas tiempo con él/ella. A estas alturas ya no tienes que fingir apariencias, te sientes libre de mostrar tu verdadera personalidad, lo bueno, lo malo y lo feo, sin sentirte incómoda/o por ello.
Te sientes cómoda/o compartiendo cualquier cosa con él/ella
Tal vez sucedió algo en tu pasado que no te gusta contarle a otras personas, ya sea que hayas hecho algo terrible de lo que ahora te arrepientes o hayas tenido dificultades en tu infancia, sea lo que sea puedes decírselo y él/ella sabe escuchar y apoyarte.
Puedes verte envejeciendo con él/ella.
Cuando te imaginas a ti mismo con alguien más maduro/a, tu prometido/a está ahí con toda su gloria de cabello blanco y arrugado/a, ¿no? Si te ves a los dos compartiendo vino, viajando y disfrutando de la compañía de los demás en el camino ¡no lo dudes! estás tomando la decisión correcta.
Crees que será un gran esposo/a y padre/madre.
Si planeas no tener hijos puedes omitir esto, sin embargo si en verdad quieres expandir tu familia deberías casarte con alguien que esté encantado/a con todo lo relacionado a los niños. Incluso si todavía está demasiado aterrorizado/a como para tener un bebé sabes en el fondo qué tipo de padre/madre será con sus virtudes y defectos.
Siempre lo eliges a él/ella.
En algunos casos las personas pueden quedar atrapadas en relaciones donde no son felices, o prefieren quedarse con alguien por costumbre, han perdido todo su sentido de independencia y tienen miedo a estar sin su pareja. Cuando estás con la persona correcta, siempre puedes ser tú y mantenerte de pie, estás haciendo una elección consciente para compartir tu vida con tu pareja.
Eres amada/o incondicionalmente.
En lo más profundo de tu corazón, sabes que ese hombre/mujer te ama. Incluso cuando te equivocas, cuando dices algo malo o cuando está molesto/a contigo.
Has crecido de manera positiva a lo largo de tu relación.
Cuando te casas con alguien, estás contenta con lo que eres debido a tu pareja y puedes estar seguro que continuarás siendo feliz pero ahora con como su esposo/a.
¿Ya encontraste al indicado/a? Entonces aquí hay un ¡felices para siempre! Estamos seguros de que encontrarás que estar casada/o excede todas tus expectativas.